forma de collar diseñado específicamente para ciclistas, con tanto éxito que en la actualidad ya lo comercializan mediante su propia empresa bajo el slogan: Hövding, el casco invisible para ciclistas.
Con el diseño del casco invisible Hövding (que por cierto, significa cacique en sueco), estas dos emprendedoras suecas se marcaron como objetivo el de aumentar el uso de cascos en usuarios/as de bicicletas. Sin embargo, según sus propias declaraciones, no han tratado de sustituir los cascos rígidos ni clásicos de toda la vida, sino que quieren ofrecer una alternativa muy interesante para todas aquellas personas que encuentran realmente incómoda las protecciones tradicionales para la cabeza de los ciclistas.
El casco invisible Hövding es un airbag especialmente diseñado para circular en bicicleta y proteger nuestra cabeza en caso de accidente. Cuando el airbag está cerrado o inactivo, tiene forma de colgante que va situado alrededor de nuestro cuello y se activa mediante una serie de sensores y acelerómetros cuando detecta un movimiento brusco o choque. Para ello, estas dos chicas estudiaron minuciosamente (durante siete largos años) los patrones de movimiento típicos ocurridos en un accidente de bicicleta, además de contactar con diferentes especialistas en traumas de la cabeza, hasta conseguir el diseño y funcionamiento adecuados del airbag Hövding.
Una vez activado el airbag, en apenas unas décimas de segundo, un casco inflable se despliega asombrosamente sobre la cabeza del ciclista protegiendo todo el cráneo, ofreciendo una protección similar a la de los cascos integrales para motocicletas. Como no podía ser de otra forma, estas estudiantes de diseño también tuvieron en cuenta el aspecto estético del airbag, concibiendo el producto final para que combine con diferentes tipos de ropa gracias a una carcasa desmontable que puede elegirse en distintos colores.
Por el momento, el airbag Hövding solo puede conseguirse en colores negro o rojo con motivos vistosos a través del sitio web de la empresa sueca, por un precio aproximado de unos 485 euros. Quizá resulte demasiado caro, pero no debemos olvidar que nos encontramos ante un producto innovador que todavía debe encontrar su sitio en el mercado y sus competidores. De una manera o de otra, la idea de un airbag para la cabeza de los ciclistas es excelente y, si funciona realmente bien, es posible que en unos años todos/as nosotros/as rodemos con uno de ellos alrededor del cuello.
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